Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Departamento de Ecología, Genética y Evolución
Grupo de Estudio de Mosquitos |
Divulgación
Aedes aegypti es un mosquito con una amplia distribución mundial, abarcando regiones tropicales y templadas. Su importancia sanitaria se debe a que es el principal vector del virus del dengue y la fiebre amarilla urbana, además de 5 especies de protozoos, 20 especies de filarias y 103 tipos de arbovirus. Entre los protozoos se encuentra el agente que produce la malaria en aves, Plasmodium gallinaceum, entre las filarias se encuentra Dirofilaria immitis, de gran importancia veterinaria por las patologías que producen en las mascotas caninas.
El dengue es considerado por la Organización Mundial de la Salud como la enfermedad viral transmitida por artrópodos de mayor importancia en la salud humana. La ausencia de vacunas obliga a que las acciones de cuidado ambiental constituyan la principal medida de prevención, como la reducción de recipientes domiciliarios que sirven de criaderos para el mosquito. Asimismo dicha organización recomienda mantener un sistema de monitoreo vectorial y la vigilancia sobre la aparición de casos.
Como todos los mosquitos sus larvas son acuáticas, y se desarrollan en recipientes artificiales de distinto tamaño en los cuales se acumula agua. Debido a esto se trata de una especie asociada al ámbito urbano, y se encuentra presente en el entorno doméstico del ser humano. Las condiciones favorables para el desarrollo y proliferación de Aedes aegypti se encuentran en lugares urbanos donde abundan recipientes domésticos que acumulan agua (como floreros, baldes, etc.). Este tipo de pequeñas acumulaciones de agua proporcionan lugares adecuados para la puesta de los huevos y para el desarrollo de las larvas.
Las hembras colocan los huevos sobre las paredes de los recipientes, justo por encima del borde del agua. La cantidad de huevos que coloca Aedes aegypti en cada puesta es muy variable, con un promedio de 65 huevos por puesta. Los huevos de Aedes aegypti son resistentes a la desecación, y pueden sobrevivir durante períodos relativamente prolongados frente a condiciones desfavorables. Entre estas condiciones desfavorables se cuentan la falta de agua para el desarrollo de los estadios inmaduros (por ejemplo temporadas de sequía en regiones tropicales), o las bajas temperaturas que limitan o impiden algunos procesos biológicos de esta especie (durante el invierno en regiones templadas).
Las larvas de Aedes aegypti se desarrollan preferentemente en recipientes de boca ancha y de pequeño a mediano tamaño. Algunos ejemplos son tachos, baldes y palanganas de hasta 5 litros, floreros, macetas o los neumáticos en desuso que acumulan agua de lluvia. Esta especie no suele hallarse en zanjas, alcantarillados o en agua acumulada en el suelo, como charcos.
Cuando los recipientes son llenados con agua ya sea por la lluvia o por el riego, los huevos eclosionan y comienza el desarrollo de las larvas. El tiempo que tardan las larvas (acuáticas) en completar su desarrollo depende en gran medida de la temperatura.
En las zonas tropicales la temperatura no es un factor limitante para la proliferación de Aedes aegypti, pero en regiones templadas como gran parte de la Argentina, la temperatura es un factor importante para regular las abundancias de este mosquito. En Buenos Aires los adultos no tienen actividad durante el invierno, y tampoco se pueden desarrollar las larvas. Por lo tanto toda la población está en estadio de huevos durante el período fresco. La posibilidad de que comience un nuevo ciclo de desarrollo en la primavera siguiente depende de la supervivencia de los huevos al período fresco.
Luego de su erradicación de gran parte
de Sudamérica en la década de 1960, su presencia fue registrada nuevamente en Argentina en
1986, y en la Ciudad de Buenos Aires a mediados de los noventa. A partir
de 1996 comenzó el estudio de su distribución y abundancia en la
ciudad de Buenos Aires, y su monitoreo se mantiene hasta la actualidad.
Uno de los métodos de monitoreo utilizados es el uso de ovitrampas para detectar la actividad de oviposición de las hembras. Este método consiste en la colocación en lugares adecuados de recipientes conteniendo aproximadamente un tercio de su volumen con agua, y en cuyo borde interno se coloca un sustrato sobre el cual las hembras colocan los huevos. Una vez por semana se recambia el sustrato y se transporta al laboratorio para su evaluación. La presencia de huevos en la ovitrampa indica la presencia de hembras de Aedes aegypti en la zona.
Otra metodología de estudio utilizada consiste en el estudio de los recipientes con agua en una zona. En cada recipiente se buscan estadios inmaduros (larvas o pupas) de mosquitos, y se colectan muestras para su estudio en el laboratorio.
Nuestro grupo de investigación ha estudiado la dinámica espacio-temporal y la ecología de esta especie en Buenos Aires desde el año 1998, y algunos de nuestros resultados están presentados en la descripción de nuestra línea de investigación sobre este mosquito.
UN POCO DE HISTORIA
En la ciudad de Buenos Aires la presencia de este insecto quedó registrada indirectamente por los casos aislados y epidemias de fiebre amarilla urbana producidas entre los años 1852 y 1905. El brote más importante ocurrió en 1871 en la zona céntrica de la ciudad. Se inició el 28 de enero y terminó los últimos días de mayo provocando un fuerte impacto sobre la sociedad porteña. De los 199.000 habitantes del censo de 1869, más del 25% abandonó la ciudad y aproximadamente 14.400 personas murieron a causa de esta enfermedad. En ese entonces, la planta urbana de Buenos Aires no sobrepasaba el actual barrio de Retiro, la Plaza Miserere y el Parque Lezama prolongándose hacia La Boca.
Las primeras mediciones directas de abundancias o niveles de infestación domiciliarios en Buenos Aires fueron realizadas entre los años 1928-1933, durante el periodo 1954-1963 durante el programa continental de erradicación, y desde 1996 hasta el presente después de ser detectado su reintroducción en el territorio Argentino en 1986.
El Dengue tiene antecedentes en el país registrándose una importante epidemia en 1916 en la provincia de Entre Ríos y costa adyacente del Uruguay. Desde 1997 hasta el presente se registran importantes brotes en las provincias limítrofes del norte argentino generando un riesgo de transmisión en Buenos Aires por personas que llegan infectadas.
No, existe una gran confusión entre los habitantes de la región metropolitana al asociar al nombre de una enfermedad o un virus con el insecto vector que lo transmite.
Los humanos podemos contraer la enfermedad conocida como “Dengue”, la cual es producida luego de la infección de alguno de los cuatro serotipos del virus (1 a 4) que llevan el mismo nombre. El hombre adquiere el virus Dengue a partir de la saliva contaminada del mosquito Aedes aegypti, cuando la inyecta directamente al torrente sanguíneo mediante el acto de picadura.
¿Quiénes transmiten el virus del dengue?
En el mundo son varias especies de mosquitos, entre los que se encuentran Aedes aegypti, Aedes albopictus y Aedes japonicum.
En el continente Americano se encuentran presentes Aedes aegypti y Aedes albopictus pero solo la primera especie fue implicada en la transmisión del virus Dengue. En Buenos Aires solo fue encontrado Aedes aegypti.
¿Cuánto vive un mosquito adulto?
Por tratarse de invertebrados su actividad depende de las condiciones del ambiente, como la temperatura, presencia de agua, déficit hídrico de la atmósfera, etc.
No existen valores únicos de tiempos de vida en mosquitos. A semejanza de las estimaciones en poblaciones humanas se estiman tiempos medios de vida y longevidades máximas.
En un ambiente urbano la vida media de la etapa adulta Aedes aegypti fue estimada en varias ocasiones y hay quienes consideran a los 11 días como un tiempo de vida medio razonable. Sin embargo dentro de una población siempre hay individuos que pueden vivir menos o más tiempo. Desde el punto de vista epidemiológico es importante la cantidad de individuos que viven más tiempo (longevidad máxima).
Un estudio llevado a cabo en Nigeria con el objetivo de estudiar la dispersión del Aedes aegypti, consistió en la liberación de individuos marcados radiactivamente y su captura posterior. En este trabajo se observó que cuanto mayor era la cantidad de mosquitos liberados mayor era la longevidad máxima registrada. Al liberar 5.000 ejemplares se registró una longevidad máxima de 9 a 13 días, al liberar 10.000 mosquitos dicha longevidad alcanzó 15 a 20 días y al liberar 252.000 individuos se lograron encontrar mosquitos que llegaron a vivir 28 días.
¿De qué se alimentan los mosquitos?
Las larvas de los mosquitos se alimentan de microorganismos presentes en el agua.
Los huevos y pupas no se alimentan.
Machos y hembras adultos se alimentan de néctar de flores y jugos de frutos.
Las hembras de los mosquitos necesitan ingerir sangre hasta llegar a la repleción (el máximo posible de su capacidad de ingesta) por cada ciclo de puesta de huevos. La sangre es fuente de ciertas sustancias necesarias para completar la maduración de los huevos en el interior de la hembra. Además por cuestiones mecánicas la ingesta de sangre favorece la oviposición.
A diferencia de las hembras, los machos no necesitan ingerir sangre.
Las distintas especies de mosquitos se diferencian por mostrar preferencias por la sangre de distintos vertebrados, en el caso de Aedes aegypti existe una marcada preferencia por la sangre humana, secundariamente prefieren la de otros animales.
¿Cuánto vuela en promedio un Aedes aegypti adulto?
Cuanto vuela un mosquito por día es una pregunta con una respuesta aún pendiente. Muchos estudios se han realizado en distintos países para tratar de satisfacer esta pregunta. La motivación de esta pregunta a lo largo de los años ha sido saber hasta que distancia es necesario controlar en caso de brotes epidémicos. Sin embargo los resultados han sido contradictorios, probablemente porque se realizaron bajo distintas condiciones experimentales. Son muchos los factores que afectan el vuelo de los mosquitos:
1. disponibilidad de sitios resguardados del sol,
2. disponibilidad de vegetación y fuentes de néctar,
3. ubicación, cantidad y disponibilidad de sitios de cría,
4. dirección del viento,
5. lluvias,
6. urbanización,
7. fuentes para la ingesta de sangre
8. estado del mosquito: recién emergido, hembras grávidas, edad, nivel de alimentación, etc.
Como resultado de los experimentos se puede concluir que Aedes aegypti puede desplazarse muy poco en ciertas condiciones, no alejándose del sitio en el cual emergió o bien algunos individuos pueden desplazarse grandes distancias (800m a 1 km) en condiciones extremas.
¿Qué puede transmitir Aedes aegypti?
Aedes aegypti durante la ingesta de sangre introduce su saliva en el torrente sanguíneo del hospedero pudiendo transmitir aquellos parásitos que están adaptados a su fisiología. Según De Gallier (1988) Aedes aegypti puede transmitir natural o experimentalmente cinco especies distintas de protozoos, veinte especies de filarias y ciento tres tipos distintos de arbovirus. Entre los protozoos se encuentra el agente que produce la Malaria en aves silvestres o de corral, el Plasmodium gallinaceum, que produce epidemias con gran mortandad en aves. Entre las filarias se encuentra la Dirofilaria immitis de gran importancia veterinaria por las patologías que se producen en las mascotas caninas. Este parásito circula en la zona costera de la zona metropolitana de Buenos Aires. Entre los virus es un importante vector de la Fiebre Amarilla Urbana y el Dengue.